No es tan solo tu padre, sino que tu ejemplo de “lo que es” un hombre…
Hoy leí por segunda vez la historia de vida que escribiste de tu padre. Tus palabras demuestran todo el orgullo que sientes por él. A medida que avanzaba en la lectura, te veía reflejado en las cualidades de aquel hombre que es tu héroe.
Fue completamente maravilloso viajar en mi imaginación por esas escenas y leer cada uno de los párrafos. Tu padre, un hombre humilde y esforzado, saca a su familia adelante, entregándote toda la seguridad que necesitas para enfrentar la vida. Nunca he visto a nadie expresarse con tanto orgullo y cariño por su padre.
Una de tus características principales es ser humilde. Eso me encanta, porque permite que aprecies las cosas simples de la vida. Uno nunca debe olvidarse de sus orígenes y menos de los valores que nos entregan nuestros padres. El ser papá o mamá no se aprende y es difícil, pero si podemos adoptar algunos buenos ejemplos de quienes nos trajeron al mundo y tratar de ser mejores en los aspectos que encontramos algún tipo de carencia. De ésta forma, transmitiremos valores incalculablemente valiosos a nuestros hijos.
En tu relato me llevaste de la nostalgia a la risa. Me hiciste imaginarte de pequeño, mirando con gran orgullo a tu padre. Creo que aun quedan historias que contar de él, incluso, faltan tus propias historias, que también están cargadas de emociones, y por qué no decirlo, de humor.
Sólo me resta decirte que te amo, que eres un hombre maravilloso, que escribes de una manera increíble, y que me quedaré esperando un nuevo capítulo de “Una invitación a una experiencia de vida”…
E.D. que quiere sentirse como TMJ.
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